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Las mezclas son para el whisky lo que la comida rápida para la restauración: tienen un éxito inmenso en todo el mundo, son populares y gustan a la mayoría, pero en pocas ocasiones son verdaderamente apreciados.

El desarrollo de la producción de whisky en el tiempo y el espacio ha propiciado la aparición de varios estilos bien diferenciados. Estas variaciones locales, a menudo dictadas por los cereales disponibles, también se basan en la climatología y en las tradiciones.

¿Qué aromas y sabores encontraremos? En este juego podemos participar todos y ninguna respuesta es errónea. Seamos conscientes o no, al tomar whisky o cualquier otra bebida disfrutamos con todos nuestros sentidos: oído, tacto, vista, olfato y gusto.

"Si comparásemos la historia de Escocia con una tapicería tejida por los años, el whisky la recorrería como un largo hilo de oro." Robert Burns.

Aunque la mayoría de gente ha oído hablar del whisky, existe un gran desconocimiento sobre el tema y se han creado una serie de mitos a su alrededor. Aquí encontrará respuestas a las preguntas que surgen de forma recurrente en torno al whisky

El agua, la cebada malteada y la levadura son la santísima trinidad del whisky: tres ingredientes que por separado son insulsos, pero que unidos son mucho mejores que la suma de sus partes.

Aunque la barrica no puede hacer un buen whisky a partir de uno malo, sí puede hacer que sea excelente un whisky bueno.

"Un espirituoso destilado y complejo que tiende a ser aromático; y el tipo irlandés se distingue especialmente por su sabor agradable y suave. El tipo Highland es algo más intenso y por deformación en escocés lo llaman whisky." Diccionario del Dr. Johnson. 1755